Configuración
El Zócalo era una pequeña tienda situada en la zona este de la barriada controlada por nuestro equipo. El dueño, Jake Armitage, pese a ser de los mejores fabricantes e instaladores de chips de la zona, luchaba por mantener su negocio a flote. Por consenso decidieron que Tijeras se quedara en el cuartel general, pues nuestros personajes nunca acabaron de fiarse de él del todo.
De camino a la tienda nuestro equipo se encontró con un grupo de sectarios pro-humanidad, un culto violento de obsesionados anti-cyberimplantes. Por suerte, los implantes del equipo no eran muy evidentes salvo la mano-herramienta de Jun-Ho, que hábilmente pudo esconder de la vista mediante guantes, por lo que pudieron pasar desapercibidos.
Sin más contratiempos alcanzaron la tienda de Jake, que, como pudo, excusó su retraso en los pagos. Descubrieron que estaba a punto de realizar una venta increíble, un chip especialmente diseñado y rodeado de secretismo para la corporación Militech, comprador anónimo. Ava Scott levantó una ceja, Militech era la corporación que financió la guerra que asoló su familia y la hizo crecer entre miseria y pobreza. Técnicamente tras la venta, Jake recibiría suficiente dinero como para saldar su deuda e impulsar su negocio.
Tras amedrentarle un poco, los jugadores consiguieron un trato con él: La instalación de zócalos de chips para cada personaje + 1 chip gratuito a elección a cambio de darle el margen necesario para realizar la venta. Heck eligió un chip de manejo de armas pesadas, Ava Scott uno de vigilancia y rastreo y Jun-Ho otro de aikido.
Tras abandonar la tienda, el equipo decidió que planearían una incursión en secreto para tener vigilado el chip e investigar para qué podría querer Militech una pieza tan cara y especial.