Ejecución

Nuestros jugadores se quedaron atónitos al ver a la inmensa multitud que les esperaba en la plaza Arasaka. Una manifestación anti-corporativa de miles de personas les taponaba la calle de entrada.

Cuando el equipo se acercó a los manifestantes enseguida captó su atención. Un grupo de fans se acercó a Ava Scott preguntándole si ella en persona tenía nada que ver con aquello y si participaría en los conciertos planificados para dentro de varias semanas. Resulta que la manifestación iba en contra de Militech y su aprovechamiento del tráfico de armas. Ava pidió ver un cartel de los conciertos y descubrió que los cabeza de cartel eran Samurai. Todavía buscaban teloneros. En un momento de más tranquilidad llamaría a su agente para asegurarse un puesto en el escenario.

Ava siguió la corriente y aseguró que por supuesto participaría para ganarse la confianza de los manifestantes. En pocos minutos se convirtió en una voz entre la multitud y tenía a una gran parte del barullo pendiente de ella.

Mientras tanto, Heck accedió a uno de los pisos francos del equipo que casualmente quedaba en un lateral de la plaza para echar un vistazo general. Jun retrocedió para acceder a la plaza desde otra calle, aprovechando a su cuervo-dron para que fuera sus ojos desde las alturas.

Heck pudo determinar que a lo lejos, entre la multitud, había altercados y tiroteos. Intentó bajar a la calle desde la ventana para avisar a Ava, pero trastabilló y cayó al suelo como un saco. Un silencio dramático se estableció al instante entre los manifestantes más próximos, pero Heck se levantó rápidamente como si nada hubiera ocurrido y se acercó a Ava entre vítores y aplausos de los presentes.

Ava solicitó la atención de las masas para cerrar la plaza e impedir que los presuntos mercenarios de la Comisionista salieran del local, así como para encerrar a los causantes de los altercados. La multitud se puso manos a la obra enseguida y en pocos minutos habían bloqueado en todas las entradas. Los altercados resultaron ser causados por los propios manifestantes, que pereseguían a los ejecutivos de Militech de bajo nivel que trabajaban en la torre de oficinas cercana. Los manifestantes pedían sangre, pero Ava hizo acudir a Mr K para que se los llevara, explicando que los interrogarían antes de ejecutarlos (Ava no tenía intención de matarlos pero no podía decírselo).

Cuando por fin se calmaron las cosas y pudieron acceder al restaurante descubrieron que Tijeras ya hacía un rato que había llegado y no había perdido el tiempo: El local estaba cubierto de sangre y vísceras. El desastre era tan grande que era imposible determinar el número de mercenarios muertos. Él les estaba esperando tranquilamente, con las tijeras romas de vaciar pescado por las que era conocido, en mano. Solamente había sufrido algunos rasguños y les informó de que había logrado reducir a uno de los asesinos y lo tenía atado en las cocinas.

Jun y Ava se dispusieron a interrogarle. Estaba sentado y semidesnudo, atado con las manos a la espalda, los cables del enlace de arma inteligente colgándole del brazo. Tras unos momentos de intenso interrogatorio descubrieron que habían ido allí para secuestrar a una persona y llevarla a un punto de entrega específico controlado por la Comisionista. Cuando no pudieron sacarle más información, Jun lo asesinó disparándole a sangre fría. Tijeras levantó una ceja con cara de aprobación.

Mientras tanto, Heck intentó luchar contra la náusea e investigar los cuerpos (o lo que quedaba de ellos) de los mercenarios muertos en combate. No obtuvo gran cosa salvo un teléfono móvil con el contacto de uno de los lugartenientes de la Comisionista.

Una vez reagrupados en la oficina, llamaron al lugarteniente y se hicieron pasar por uno de los mercenarios muertos. Acordaron realizar la entrega del objetivo en el punto de encuentro y solicitaron que allí les esperara un extra de protección con la excusa de que encontraron complicaciones en el restaurante. Mientras hablaban, triangularon la posición del teléfono del lugarteniente para ubicar su cuartel general.

Con la excusa de la entrega, supuestamente, en dicha ubicación habría menos efectivos, lo que facilitaría el asalto que esperaban realizar.

Una vez realizado el plan, nuestros jugadores se dedicaron a comprar el equipo necesario para el asalto, incluyendo numerosos explosivos. Heck llamó a su clan nómada solicitando ayuda y pidió la compra de un rifle pesado de francotirador en el mercado negro. Su clan sería capaz de encontrarlo. Todas las armas que pudieran conseguir serían pocas para lo que tenían pensado hacer.

Una historia de cyberpunk
Admin, 30/07/2019